domingo, 25 de noviembre de 2012

viernes, 23 de noviembre de 2012

lunes, 12 de noviembre de 2012

EXPOSICION "Entre Agujas y Letras : Homenaje a Jorge Teillier"

Diario 30


                      Texto de Andrés Ovalle
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Entre agujas y letras, homenaje a Jorge Teillier es el nombre de la exposición que Claudia Tapia muestra hasta el 30 de noviembre en el instituto Chileno Norteamericano de Cultura de Valparaíso.
Todo lo relacionado con el poeta Jorge Teillier me evoca un viaje por el lenguaje y los paisajes del sur; los trenes, el vino, los queltehues, la lluvia, el hallazgo y su amistad con el artista Germán Arestizábal, y esto último porque ambos realizaron libros –rarezas- donde arte y poesía llegan a un diálogo de compleja profundidad creativa (*)
Teillier nunca recibió en premio Nacional de Poesía, así como Arestizabal aún espera el Nacional de Arte en Valdivia, aunque sabemos que pese a la grandeza de sus obras no lo reciben porque no pertenecen a la academia ni sus carreras circularon entre las elites del arte chileno, sino por el contrario, sus obras se concretaron en el borde, en la frontera humana de lo imaginado y en medio de estaciones y tabernas de provincias, lejos del glamour y las pompas del beneplácito oficialista.
Con estos pensamientos en mente llegué a la exposición Entre agujas y letras, homenaje a Jorge Teillier, donde Claudia Tapia interpreta la poética de Teillier usando signos objetuales  que asemejan el encuentro de un pueblo perdido en el desierto -una memoria en grises y colores tierra-  y que pareciera arribamos luego de un viaje en el tren de la poesía para descubrir hallazgos arqueológicos y voces que el viento mueve a través de la pluma del poeta.
En esta aventura arqueológica palpita la voz de Teillier:
Un vaso de cerveza
una piedra, una nube,
la sonrisa de un ciego
y el milagro increíble
de estar de pie en la tierra.
Su voz se escucha como huellas y sedimentos de una cartografía ausente; como un mapa que señala recorridos para encontrar su naturaleza intuitiva; mapa que Claudia desentierra y con el cual sigue secuencias de escritura para develar la belleza en obras que se abren como ventanas al mundo íntimo del poeta.

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“Aún se pueden ver en el barro las pequeñas huellas del queltehue muerto esta mañana” Jorge Teillier.
Claudia crea un montaje expositivo que sorprende por su elegancia y que unifica mediante color y el trabajo de superficies, fondos manchados por capas delicadas de pintura que evocan memoria. La artista teje planos de texturas y significaciones ornamentales sobre los cuales dispone su imaginería encontrada: telas, papeles, huesos, cartas, camisas, plumas, candados, botones, timbres, figuras de plástico, y todo un vocabulario asociado a lo objetual y al gesto plástico, elementos que van formando una lectura capaz de cautivar el interés y la percepción del receptor.


En estas obras el protagonista es Teillier y la artista se encarga que así sea, quedándose ella tras bambalinas (en su oficio de directora de arte para cine y donde otros se lucen), lo cual se agradece porque no impone su lirismo visual por sobre el lirismo del poeta, sino que lo deja palpitar en cada significación, en cada una de sus meditaciones visuales.
También reconocemos en la propuesta un planteamiento de semejanzas que guían la interpretación de los textos, una similitud donde se relacionan objetos -un juego de símbolos- en el que se conserva la identidad de cada cosa para que puedan asemejarse a las otras y aproximarse a ellas. Esta reflexión sobre el lenguaje y las cosas nos recuerda  Las Palabras y las Cosas de Michel Faucault:  “la semejanza ha desempeñado un papel constructivo en el saber de la cultura occidental. En gran parte, fue ella la que guió la exégesis e interpretación de los textos; la que organizó el juego de los símbolos, permitió el conocimiento de las cosas visibles e invisibles, dirigió el arte de representarlas.”. Y esto porque estas composiciones son una representación de la poética de Teillier, siguen el hilo del lenguaje para llegar a su semejanza, a su dualidad desde la creación.
Claudia asemeja la escritura desde su propia escritura, es decir, con agujas e hilos escribe el reflejo de cada texto, tomando del imaginario de los perdido su vocabulario, el que organiza siguiendo la intuición y dejando que los objetos ofrezcan sus asociaciones intrínsecas, posibilitando discursos y nutriendo la mirada de una luminosidad especial que asemeja las superficies a un mapa de viaje, mapa donde Claudia y Teillier dialogan de arte y nosotros los observamos tras la dimensión de una realidad que no es tal sino poética.
http://diario30.com/wp-content/uploads/2012/11/IMAGEN-2-1024x286.jpgClaudia Tapia bebiendo la copa de Teillier (Vino gentileza Viña Catrala)
La exposición cobra su dimensión más elevada –vivida- cuando nos introducimos en la esfera íntima del poeta, en la recreación de su entorno y lectura cotidiana. Esto gracias a una escenografía compuesta por paredes cargadas de cuadros que también son poemas; una mesita junto al sillón vacío de Teillier y donde hay cartas, una taza de té, libros, una lupa, una copa de vino y otros objetos sobre miles de cáscaras de nueces que bajo los pies forman una alfombra, logrando un cuerpo tridimensional que consigue identificarnos con la ausencia de quien dejara su vida en ese espacio habitado por sus palabras y sus cosas.
En este encuentro arte-poesía existe un sello personal de accidentes y situaciones donde resuena una estética híbrida, una alquimia de técnicas y materiales que revela un vuelo alto sobre el territorio de Teillier; un vuelo sobre el legado de una obra que es territorio de tránsito para la poesía chilena.

jueves, 10 de mayo de 2012

EL CIUDADANO: EXPOSICION BLANCO/NEGRO.

Claudia Tapia presenta exposición de tapices experimentales “Blanco/Negro"en Biblioteca de Santiago.

 Claudia Tapia es una artista visual de la Quinta Región que, desde la escultura, se ha ido desplazando hacia el trabajo con textiles y objetos. En esta oportunidad, nos presenta “Blanco/Negro” (“B/N”), una serie de tapices experimentales que podrá apreciarse en la Biblioteca de Santiago entre el martes 8 y el miércoles 30 de mayo de 2012.

Por medio de una serie de tapices experimentales construidos bajo los conceptos de economía de medios y recuperación de memoria, la muestra “Blanco/Negro”, de Claudia Tapia Rabuco, investiga la diferencia cultural existente en torno a estos dos “no-colores”, como les llama.
La motivación original para desarrollar estos tapices, de acuerdo con la artista, se relaciona con las contrapuestas lecturas que poseen el blanco y el negro en dos civilizaciones: Occidente y Oriente. En efecto, mientras en el primer caso “el negro simboliza el luto y el blanco la pureza”, en el segundo “el negro es símbolo de protección y el blanco lo es de pérdida y muerte”. Desde la psicología del color, anota ella, es posible advertir cómo éste afecta a las personas y su percepción del entorno, pero ¿de qué manera incide la cultura en nuestra propia manera de percibir los colores? Tal es la pregunta que parece guiar la investigación artística de Claudia Tapia
Para responder a esta interrogante, la artista empleó metodologías guiadas por los criterios de la economía de medios y la recuperación de memoria. Según señala la artista, el primer criterio ha sido empleado como pie forzado en casi todo su trabajo, mientras que la recuperación de memoria es un tema que la ocupa, la atrae y le interesa seguir explorando. En ambos sobresale una ética de los recursos y los objetivos a considerar al hacer arte desde la precariedad y la amnesia que marcan nuestro contexto modernizador.
El resultado concreto de la investigación de Claudia Tapia es una serie de tapices experimentales construidos a partir de ropa usada o telas en desuso, en los cuales “el material se utiliza como un pergamino para una escritura con objetos”. La tela es intervenida con elementos recolectados en ferias, tiendas de antigüedades o entre amigos, tratándose de muñecos, vestidos y alhajas, entre otros artefactos, que llevan la traza del uso en tiempos y espacios de intimidad. El acoplamiento y ensamblado de los mismos, por su parte, se realiza mediante procedimientos usualmente asociados a labores femeninas y domésticas, como son la costura, el bordado o el anudado.
De esta manera, los objetos reciclados en tanto “marcas, huellas o signos” de un devenir blanco/negro en la cultura quedan inscritos en un nuevo texto-textil, el tapiz. Éste porta y transporta la indagación particular de la artista en torno a la diversidad cultural de la percepción del color, articulada a una trama anónima, marginal, pero no menos densa, de valoraciones y reapropiaciones de pequeños objetos de consumo.
A través de estos procedimientos, Claudia Tapia conecta la interrogante civilizatoria original acerca del blanco y el negro con su propia experiencia cotidiana e histórica de la cultura porteña y latinoamericana. Sus tapices experimentales parecen estar cruzados por una sutil interrogante acerca de los mecanismos de exclusión basados en el color de la piel que son propios de las sociedades de pasado colonial, por un lado. Por el otro, estos tapices parecen cuestionar un cromatismo chileno que sobresale por su carácter deslucido y apagado, especialmente si se le mira desde el islote colorinche que es el puerto de Valparaíso.
Justamente, estas circunstancias se encuentran vivenciadas por la artista, la mujer y la porteña que, desde la precariedad, hace despliegue de una fértil y decidida imaginación recolectora, zurcidora y coloreadora.
Es así como, realizados en la senda del collage como técnica de sondeo e intervención artística en lo real, los tapices experimentales de Claudia Tapia nos sugieren la posibilidad de objetivar, intensificar y perturbar el no-color impuesto por un orden visual polarizante y desvitalizante que se encarna en nuestros más banales objetos de uso cotidiano. Y, de esta manera, nos invitan además a habitar armónicamente el fuerte contraste cultural que hemos heredado, en toda la variedad de concretas manifestaciones que ostenta más allá del color mismo o de su ausencia.
Los lectores de El Ciudadano quedan cordialmente invitados a visitar “Blanco/Negro”, la muestra de Claudia Tapia que permanecerá abierta en la Biblioteca de Santiago hasta el próximo 30 de mayo de 2012.
Muestra: “Blanco/Negro”, tapices experimentales de Claudia Tapia
Lugar: Sala de Exposiciones, Piso 1 Edificio de Extensión Cultural, Biblioteca de Santiago, Matucana 151, Santiago
Fecha: martes 8 a miércoles 30 de mayo de 2012

martes, 8 de mayo de 2012

Blanco/Negro revista Scaner Cultural

"Blanco/Negro", exposición de tapices experimentales de Claudia Tapia (2012)

por Carolina Benavente Morales*
cbenavem@gmail.com

Por medio de una serie de tapices experimentales construidos bajo los conceptos de "economía de medios" y "recuperación de memoria", la muestra “Blanco/Negro”, de Claudia Tapia Rabuco, investiga la diferencia cultural existente en torno a estos dos “no-colores”, como les llama. Esta muestra puede visitarse en la Biblioteca de Santiago hasta el próximo miércoles 30 de mayo de 2012.
La motivación original para desarrollar estos tapices, de acuerdo con la artista, se relaciona con las contrapuestas lecturas que poseen el blanco y el negro en dos civilizaciones: Occidente y Oriente. En efecto, mientras en el primer caso "el negro simboliza el luto y el blanco la pureza", en el segundo "el negro es símbolo de protección y el blanco lo es de pérdida y muerte". Desde la psicología del color, anota ella, es posible advertir cómo éste afecta a las personas y su percepción del entorno, pero ¿de qué manera incide la cultura en nuestra propia manera de percibir los colores? Tal es la pregunta que parece guiar la investigación de la artista.
Para responder a esta interrogante, Claudia Tapia empleó metodologías guiadas por los criterios de la economía de medios y la recuperación de memoria. Según señala la artista, el primer criterio lo ha empleado como pie forzado en casi todo su trabajo, mientras que la recuperación de memoria es un tema que la ocupa, la atrae y le interesa seguir explorando. En ambos sobresale una ética de los recursos y los objetivos a considerar al hacer arte desde la precariedad y la amnesia que marcan nuestro contexto modernizador.
El resultado concreto de la investigación de Claudia Tapia es una serie de tapices experimentales construidos a partir de ropa usada o telas en desuso, en los cuales "el material se utiliza como un pergamino para una escritura con objetos". La tela es intervenida con elementos recolectados en ferias, tiendas de antigüedades o entre amigos, tratándose de muñecos, vestidos y alhajas, entre otros artefactos, que llevan la traza del uso en tiempos y espacios de intimidad. El acoplamiento y ensamblado de los mismos, por su parte, se realiza mediante procedimientos usualmente asociados a labores femeninas y domésticas, como son la costura, el bordado o el anudado.
De esta manera, los objetos reciclados en tanto "marcas, huellas o signos" de un devenir blanco/negro en la cultura quedan inscritos en un nuevo texto-textil, el tapiz. Éste porta y transporta la indagación particular de la artista en torno a la diversidad cultural de la percepción del color, articulada a una trama anónima, marginal, pero no menos densa, de valoraciones y reapropiaciones de pequeños objetos de consumo.
A través de estos procedimientos, Claudia Tapia conecta la interrogante civilizatoria original acerca del blanco y el negro con su propia experiencia cotidiana e histórica de la cultura porteña y latinoamericana. Sus tapices experimentales parecen estar cruzados por una sutil interrogante acerca de los mecanismos de catalogación basados en el color de la piel que son propios de las sociedades de pasado colonial, por un lado. Por el otro, estos tapices parecen cuestionar un cromatismo chileno que sobresale por su carácter deslucido y apagado, especialmente si se le mira desde el islote colorinche que es el puerto de Valparaíso.
Justamente, estas circunstancias se encuentran vivenciadas por la artista, la mujer y la porteña que, desde la precariedad, hace despliegue de una fértil y decidida imaginación recolectora, zurcidora y coloreadora.
Es así como, realizados en la senda del collage como técnica de sondeo e intervención artística en lo real fragmentado, los tapices experimentales de Claudia Tapia nos sugieren la posibilidad de objetivar, intensificar y perturbar el no-color impuesto por un orden visual polarizante y desvitalizante que se encarna en nuestros más banales objetos de uso cotidiano. Y, de esta manera, estos tapices nos invitan además a habitar armónicamente el fuerte contraste cultural que hemos heredado, en toda la variedad de concretas manifestaciones que ostenta, más allá del color mismo o de su ausencia.
Muestra: “Blanco/Negro”, tapices experimentales de Claudia Tapia Rabuco
Lugar: Sala de Exposiciones, Piso 1 Edificio de Extensión Cultural, Biblioteca de Santiago, Matucana 151, Santiago
Fecha: martes 8 a miércoles 30 de Mayo de 2012
Cómo llegar: Metro estaciones Quinta Normal (L5) y Estación Central (L1)
Entrada liberada
* A partir de una nota de la artista.
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Escáner Cultural nº: 
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